UN CUENTO DE ESTRELLAS
En un nocturno azabache opaco
se retiene a una pequeña luz
lejana,
que llama a las puertas
de las tinieblas,
con un tintineo tenue,
vergonzoso.
se retiene a una pequeña luz
lejana,
que llama a las puertas
de las tinieblas,
con un tintineo tenue,
vergonzoso.
Insistencia diminuta,
que hace guiños
poco a poco más resplandecientes.
Pincelada de luz,
para los que saben
a dónde mirar.
Generosa
se anidará en las pupilas atentas,
será brújula
que encontrará el camino,
lucha constante
ante la oscuridad.
Con el día,
dormirá la siesta...
con la noche,
guiará perdidos pasos.