El día bosteza inalcanzables,
sueños de párpados aún cerrados
desgajando un segundo más
a la ilusión.

Son tantos los sinnombres que intentan
perpetuarse en el subconsciente,
abandonarse en la lluvia, subir al tejado...

Uno a uno se escapan
los diamantes del desayuno.

Este mes, el tema propuesto para la reunión mensual de Encadenados era "El desayuno". Este poema se ha inspirado en la película Desayuno con diamantes.
“La angustia es la disposición fundamental que nos coloca ante la nada.”
Martin Heidegger. Filósofo Alemán




Las aceras comenzaron a llenarse de lágrimas. La superstición se hizo tan fuerte como para evitar el contacto con tal sentimiento líquido, y se cerró la ventana.

Era la hora de ese baile infinito de grises sombras presurosas, las que huían de un inevitable destino pasado por agua. El plomo que envolvía cada brizna de aire se difuminaba en esa niebla insípida que ahogaba los pulmones. En la lejanía, una tos.

Un coche de ruido cansado desangró el asfalto encharcado y humedeció el graznido contrariado de un fantasma bien vestido. No quedan sueños, sólo presentes pasados por agua. Las manos en los bolsillos, en ellos un pañuelo, en él un corazón. Quizás un latido. No, ya no. Esa blancura ya no retiene aquel particular aroma. R.I.P entre la lluvia.

Cuatro piernas femeninas con cabezas de prensa empapada crearon ecos metálicos y algún traspiés presuroso. Ese ahora que quedará desteñido sobre cabelleras asfixiadas en tintes, en las que no se distinguirá el color de un futuro. Demasiados años de obediencia, de caretas basadas en el agrado del prójimo. No queda tiempo. No quedan mariposas. Sólo se espera a los gusanos.

En la distancia, empapado, un lince escrutando al que todo esto percibe. Envuelto en su sequía, en su silencio, se congela la imagen en la retina gris del cazador cazado. El acomodado espectador del film, el supersticioso, el que cierra la ventana, ahora echa las cortinas.
No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió.
Joaquín Sabina










La copa más vacía
es la que espera unos labios
al final de la barra.
El cáncer más dañino
aguarda y anhela
ser fumado a medias.
El café más amargo
baila con la cucharilla en círculos
cuando las horas no llegan.