20 de Enero



Hoy lo sé.

Sé que abriste por vez primera los ojos,
los dueños de la luz de esta vida
años más tarde,
que entre pasos inexpertos
llegaste a otros brazos protectores,
mientras el tiempo
indicaba esta parada anclada en los míos.


Porque me ha tocado vivirte ahora
cuando han pasado tantas estaciones
desde tu primer llanto,
ahora que me unes a ti más hombre que nunca
para que espante tus miedos,
te seque las pestañas y sacuda tu alma
de sueños rotos,
para que te acune en mis brazos
cada noche
hasta dormirte.
De ese 21 de Octubre a hoy


Cuando las huellas que inducían a seguirte
eran sólo sombras,
temor a un pecho descubierto
sin escudo ni excusa para defenderse,
me vi renacer en tus brazos.

Hoy
más cerca de ti que nunca,
lleno cada bolsillo del corazón
con un día más para verte,
anhelando ser la silueta que busquen tus ojos
y ansíen tus manos desnudas,
porque no existe un lugar donde no estés grabado
ni una ausencia
de la que no me salve tu nombre.