Para mi,
como particular tatuaje





Soy una mitad escalando montañas,
la eterna unidad con paso firme
sobre un asfalto bañado en arenas movedizas.

Soy el ansia permanente de la llama
por extinguirse al calor eterno,
unas manos de arcilla secas
de solo perfilar ausencias y el recuerdo constante
de unos pasos
a veces compartidos.

Soy un inmortal pedazo de mí
que sigue muriendo
día a día,
un intento por mudarme de piel
para no sentir esas caricias con nombre
hoy tan ausentes.

Soy las lágrimas verdes del sauce replegado
sobre sí mismo
ajeno a compadecerse,
el firme y continuo mordisco a la vida
llevando en sus dientes numerosas derrotas.