En unos segundos todo es arena y aire.
Su tacto de ausencia se desgrana lentamente
agonizando entre los cristales rotos de un sueño.
Y entre la ventisca dorada
dos caminos de direcciones opuestas se cruzan,
norte y sur convergen en un único momento
antes de seguir la predestinada senda.
Sólo arena y aire al volver la mirada.
Todo lo que pasa queda,
todo... tacto de ausencia.

3 comentarios:

mesavaider dijo...

MOla, tiene buena pinta para otru tema...te animo a que lo alargues un poco mas

Charal dijo...

Qué bien está escrito... Y se fuera canción, que la melodía le rinda honores, por favor!

A dijo...

Es el breve roce que se larga lo suficiente para sentirlo.

Saludos
Alejo

P.D
Que placer que volvieras a deleitar con los escritos.