De ese 21 de Octubre a hoy


Cuando las huellas que inducían a seguirte
eran sólo sombras,
temor a un pecho descubierto
sin escudo ni excusa para defenderse,
me vi renacer en tus brazos.

Hoy
más cerca de ti que nunca,
lleno cada bolsillo del corazón
con un día más para verte,
anhelando ser la silueta que busquen tus ojos
y ansíen tus manos desnudas,
porque no existe un lugar donde no estés grabado
ni una ausencia
de la que no me salve tu nombre.

1 comentarios:

Brigitte dijo...

me gusta eso de "cada bolsillo del corazón". pero sobre todo, sobre todo, me encantan los dos últimos versos: sencillos, claros y concisos. todo expresión...