Ahora que he conocido los destierros,
los lirios y los sauces
en cada esquina del tiempo,
las noches a la intemperie del abrazo
y los sueños mutilados,
no creo en la sal derramada
ni en los gatos negros.

Porque es ahora,
ahora que la nada me muerde,
cuando no sirven palabras descosidas
a un latir peregrino
y remendado.

4 comentarios:

jose ramón lópez dijo...

Ahora que he conocido los destierros,
desgarradora realidad de tantas gentes que vieron sus justos sueños mutilados, también destierros amorosos que rompen la ilusión tantas veces amenazada.

cova dijo...

bieeeeeeeeeeeeeeeen!!!! ya tenía yo ganas de leer algo nuevo y además... ME ENCANTA!!

Nadie dijo...

Las señales son muchas veces equívocas. El azar existe. Y la voluntad. Pero de poco sirven a veces las palabras y las explicaciones respecto a lo sucedido.

Hermoso poema. Como todos aquí.

Nadie dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.