¿Acaso el alma de los violonchelos desaparece

al romperse una de sus cuerdas?

Auguste Villiers de L’isle-Adam

Vera


Somos la eterna tentación inconsciente del tiempo,

el anhelo más voraz de Cupido y

los delgados, sutiles

hilos de la atracción entre lo afín

hasta el fin.


Tenues melodías d’amour en la alcoba

dulcemente desgarradoras,

acordes de hoy,

de ayer,

como un cofre abierto en el desierto.


En un momento,

el fino hilo del instrumento muere en las sombras…


el corazón amante no olvida la melodía

y sigue tarareando.



Significado del poema (ante las dudas de algunos lectores): la belleza del amor no finaliza tras el desengaño, tras la ruptura. El corazón que sabe amar, que siente, transmite y capta el amor, lo encuentra más fácilmente. Así como la belleza de un instrumento no finaliza al romperse una de sus cuerdas, el amor no pierde su belleza tras algunos acordes malsonantes.

7 comentarios:

adolfo payés dijo...

Un magnifico poema.. gracias por compartirlo

Un abrazo
Saludos fraternos..

seba dijo...

Me gusto mucho.....hacia tiempo que no escribias.......nos vemos

mesavaider dijo...

es más, en las disonancias también se halla la belleza aunque sea mas dificil, a veces, entenderlas...
Muy bello el poema

Brigitte dijo...

bonitas palabras...para muchos,sin necesidad de explicación...:D

Sólo noejwjwu dijo...

Un pensamiento muy bello, en ocasiones es difícil amar, pero así de difícil es dejar de hacerlo.



Lamento no pasarme tan seguido por aquí, estaré al pendiente.



Un saludo.

Sigma dijo...

Siempre entraba por aca para ver si escribias... muy bueno!

Saludos

Berto dijo...

Ay!!! el Amor, el desamor, el atardecer, el amanecer...
¿Qué sería del avance sin el retroceso?...
Hermososo.