A través de una inesperada cita que me encontré en una de mis tardes de lectura, surgió este poema que aquí os muestro. La cita es de Alfred Tennyson, poeta inglés del siglo XIX.
Yo soy una parte de todo aquello
que he encontrado en mi camino.

Alfred Tennyson

Caminar con la vista puesta atrás
presintiendo tantos cipresales
y huellas bajo mis pies.

Sentir el peso y el paso perdido
de la niebla ya caída
sobre los hombros de antaño,
saber que el corazón es albergue
de latidos ajenos
que han forjando cómo sentir
el frío de la nieve
que está por caer.

Perseguida en las sendas inciertas
por las que arrastraré mi cuerpo
sin descanso
por las rocas que sombras ya escalaron,
cuando me encuentre
-antes de esto-
-antes de todo-
preguntándome,
cómo dibujar nuevos surcos
en las líneas de mis manos.

6 comentarios:

Víctor Álvarez dijo...

no se cual es mayor lastre; si el pasado o el futuro;quedemonos con el ahora.
Saludo!!!!

ana martinez dijo...

No tendrás falta de preguntar cómo, los surcos se dibujarán solos.
Buen poema y buena cita.

Brigitte dijo...

los surcos de las manos, como los de la vida, vienen dados de antemano. lo que pasa es que de nosotros depende que sepamos cuál debemos seguir para no equivocarnos...

Víctor Álvarez dijo...

Deja un poco de estudiar por dios,y escribe algo,que lo tienes abandonado,saludo!!!

Maypi dijo...

Jajaja... bien, Víctor, intentaré poner algo más esta semana. Es que entre el extres de las clases y los exámenes, no hay tiempo para nada. Un beso

Brigitte dijo...

menos timbas, y más vena literaria es lo que nos hace falta...ays! vaya dos patas pa un mismo banco!!a ver si nos llega la inspiración divina...y no sólo para escribir poesía...;)